martes, 20 de mayo de 2008

Insomne

Describir la ambigüedad. Siento el escozor de no haber existido más que para estar, para usar las palabras de modo innecesario, pues lo que sé, está escrito, y alguien siempre inoportuno se anticipa a los vocablos.

Describir la ambigüedad, tener después de tantos años la habitación pignorada donde cursa la luz sobre mi historia y decirme qué euforia tramontana trastocó mi cinética y me hizo escritor.

Describir la incertidumbre. Marcada la medianoche en esta pequeña ciudad, detallarla es palpar las paredes de una casa sin hogar, desconocer la turgencia de unas sábanas, cuadros, carteles, medallas, muebles que nada recuerdan; ahondar en la certeza de saberse ajeno, durmiendo en cama de otro, apagar la luz y transpirar la oscuridad inoportuna.

Y uno entonces es huésped de su sombra.

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