Nunca volverás a San Juan, donde fuisteis felices sin conocer a Villon, con un vaso de coca y la orquesta de añil interpretando una mazurca. Aunque te pida revivir vuestra pureza y bailar otra vez, los blue-jeans comme un cheval blessé. Porque los años propicios para el desvarío no tienen cabida sentados hoy en California [comme deux petits bourgeois] evocando a la juventud. Nunca regresarás a San Juan con un equipaje de besos y su bikini amarillo tan casto entre tus dedos.
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