
Gotea, gota a gota, un mundo de paz entre vosotros. Y lo llamáis vivir porque escondéis la vida, sin lugar a la locura para un momento de crisis. Así habéis construido vuestra ciudad y así os basta. Llamáis vivir a este refugio contra la aventura, a esta ausencia de coraje para salir a la calle cada mañana con un nombre diferente. No son los años quienes humillan estos cuerpos sin astucia, es vuestro nihilismo.
Volvéis al hogar. Duerme vuestra mujer desde hace horas. Se hace tarde...
No hay comentarios:
Publicar un comentario